La sonrisa
Es muy díficil para mi sonreír de la nada, no me gusta andar mostrando mi sonrisa porque para mi, no todos merecen mi sonrisa. Y sí, que mamona. Pero es que mi sonrisa es algo muy especial. Mi sonrisa esta ahí cuando mis sobrinos están cerca, matándose unos a otros, pero jugando felices, siendo niños. Mi sonrisa está en el momento cuando veo a mi Él. Es una sonrisa que solo él entiende y conoce. Precisamente, él es una de las personas que pide que sonría más, y es obvio que yo no quiero hacerlo, aunque hay ocasiones donde no puedo evitarlo, como este fin de semana en el cual pasaron una serie de eventos que no pudieron evitar sacar mi sonrisa. El viernes mi befi saco la cena y las chelas. Eso fue una sonrisa de agradecimiento y de haber pasado tiempo con mi mejor amigo, que aunque no es del agrado de mi pareja por la misma razón que a mi me molestan sus amigas, pues disfrute un rato la noche, después entro ese mal que nos aqueja a todo Godín: el miedo a la desvelada, y me fui a dormi