La rompí, shingado!

 Pinche cosa bien frágil eso de la dieta cetogénica, no te pases.

No puedes comer carbohidratos, ni azúcar ni frutas ni una michelada porque interrumpes la cetosis y vale madre la quema de grasas. Pues la rompí.

Mi jefe tiene un problema para guardar la información que le damos. El jueves fui a la paquetería para mandar un manual de una maquina que exportamos a USA, le envié la guía en cuanto llegue a la oficina, eso fue el jueves. El viernes no tuvimos interacción, por lo que no hay conversación que pudiera perder la foto de la guía. ¿Adivinen quién me pidió la guía el día de hoy, lunes? Así es, mi jefe. Ah! Pero no fuera uno con un detalle de todos los mensajes que le manda porque se arma la chida, la revolucionadora...

¿Cómo le ayude a mi cuerpo con el estrés? Exacto, me trague unas michebombas! Todo bien, excepto que tenían gomitas, gomitas que no eran sugar free, así que le metí carbos a mi cuerpo. Wey!!! Es que es imposible mantener una dieta de ese rigor con un jefe con el que tengo. El miércoles que me pesen y midan veré que tanto afecto.

Ganamos en el partido de tocho, eso sí. Y realmente no me preocupa mucho lo del peso, pero no mames! Quiero marcar mis musculitos preciosos, entonces quiero eliminar la mayor cantidad de grasa posible en mi cuerpo y darle chido al ejercicio, porque así me voy a ver bien preciosa. Ya estoy, pero al doble, porque voy a ser la persona que siempre quise ser. Y eso es lo bonito, ser lo que queremos ser y amarnos y aceptarnos. Aceptarnos es la parte difícil, pero una vez que lo hacemos, lo demás se va dando solito.


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